ASí FUE COMO EL DIRECTOR DE ‘LA LIBERACIóN’ AHUYENTó A LOS DEMONIOS DURANTE EL RODAJE DE LA EXITOSA PELíCULA DE NETFLIX

Cuando se habla de películas de terror, es inevitable pensar en producciones emblemáticas como El exorcista de William Friedkin, La profecía de Richard Donner y Poltergeist de Tobe Hooper, cuyos rodajes fueron rodeados por rumores de maldiciones y sucesos paranormales. Sin embargo, el nuevo filme de terror de Netflix, La liberación, dirigido por Lee Daniels, parece haber seguido un camino similar, cargado de historias inquietantes y momentos perturbadores.

Entre la fe y el miedo: Lee Daniels y su lucha contra lo inexplicable en ‘La liberación’

La historia detrás de La liberación es aún más aterradora porque está basada en hechos reales. Inspirada en el caso de la familia Ammons en Indiana en 2011, quienes afirmaron haber sufrido actividad paranormal intensa en su hogar, la historia se popularizó como “La casa de los 200 demonios”. A pesar del escepticismo que rodea al caso, fue suficiente para que varios estudios se disputaran los derechos de la historia, y Netflix finalmente adquirió la película por 65 millones de dólares. Sin embargo, desde el comienzo del rodaje, Daniels aseguró haber tomado precauciones para evitar que cualquier “maldición” afectara a su producción.

Preocupado por los rumores de maldiciones y recordando las historias de El exorcista y Poltergeist, Lee Daniels decidió tomar medidas adicionales para proteger a su equipo. Su madre, de religión episcopaliana, lo advirtió sobre el peligro de trabajar en un proyecto de esta naturaleza, sugiriendo que su alma abierta podría ser un portal para entidades malignas. Daniels optó por contratar a un espiritualista cristiano que realizara “liberaciones” y dirigiera oraciones diarias de protección en el set, lo que, según él, ayudó a calmar los ánimos y mantener a raya a cualquier fuerza oscura.

Aunque las oraciones eran opcionales, la mayoría del equipo decidió participar, buscando refugio en la fe mientras enfrentaban los desafíos del rodaje. Daniels afirmó que incluso Glenn Close, quien inicialmente no era una persona espiritual, experimentó un cambio significativo después de participar en estas prácticas. Pero no todo fueron momentos de paz, ya que según el director, ocurrieron cosas extrañas durante la filmación. Por ejemplo, Andra Day, una de las protagonistas, comenzó a hablar en distintas lenguas durante una escena, una manifestación que había improvisado fuera del guión, lo cual fue descrito como un momento poderoso, aunque desconcertante para algunos.

A lo largo del rodaje, surgieron otros eventos que reforzaron la percepción de que algo siniestro estaba sucediendo. La hermana de Daniels, quien ha participado como amuleto de buena suerte en todas sus películas, fue diagnosticada con cáncer de pulmón dos días después de filmar una escena clave. El perro del director también falleció en el set sin una explicación clara. Por su parte, la actriz Mo'Nique fue hospitalizada tras desarrollar un agrandamiento de tiroides luego de filmar una escena particularmente difícil.

Algunos, sin embargo, ven estos sucesos como meras coincidencias o como resultado de las duras condiciones del rodaje. Como otros sets de películas supuestamente malditas, desde El exorcista hasta El cuervo de Alex Proyas los problemas podrían haber sido el resultado de una gestión inadecuada o condiciones peligrosas, más que de una presencia sobrenatural. No obstante, Daniels parece haber interpretado cada uno de estos incidentes como una señal de que algo más allá de lo explicable estaba ocurriendo en su set.

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