EL DRAMA QUE HA VIVIDO EL GANADOR DE 'SUPERVIVIENTES 2024' EN HONDURAS QUE NO HABíA CONTADO HASTA AHORA

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Supervivientes 2024 ha llegado a su fin pero todavía está dejando una gran resaca en sus concursantes y los programas de Mediaset. Pedro García Aguado consiguió el título de ganador de 'Supervivientes 2024'. Era el concursante más veterano de la edición y hizo con el premio.

Pedro García Aguado está intentando volver a su vida normal tras más de 100 días sobreviviendo al hambre y el frío en Honduras. De hecho, su primer plan en España fue con dos de sus antiguos compañeros. Aunque Pedro empezó el concurso sufriendo un gran bajón y sin llegar a encajar con el resto de participantes, no tardó en sentirse como en casa, y hasta se coló en la gran final como tercer finalista para luego pasar a formar parte del Olimpo de ganadores del concurso.

Ahora, semanas después, el presentador de ‘Hermano Mayor’ y exatleta de waterpolo se está adaptando de nuevo a la realidad, recuperándose física y mentalmente e incluso ha dado algún zasca a sus compañeros. Tras un tiempo ya en España, se ha pasado por esRadio para dar algunos detalles de su complicada aventura en los Cayos Cochinos.

La dura confesión de Pedro García Aguado sobre 'Supervivientes'

Pedro ha confesado que su paso por el concurso ha sido “traumático”, definiéndolo como muy duro, llegando al límite en varios tramos de la convivencia. "Nos llevaron a una playa que era una cárcel de máxima seguridad. Era una playa de 23 metros de largo y yo pensaba a quién se le ocurren estas maldades. Tenían que irte cambiando, para que te fueras adaptando, para que no te acomodaras. Y yo pensé que no superaba esto".

"También gustaba (al público) esa forma de expresarlo. Yo no lo escondía porque decía ‘qué hago aquí con 55 años, pasando hambre, con debilidad, con estos jóvenes saltando y cogiendo cocos’. No sabía ni pescar, estaba desubicado, pero luego la cosa fue mejor".

A lo largo del concurso, no solo las condiciones físicas fueron un problema, sino también la convivencia con los demás concursantes. “Los brotes que tenía, ese Pedro monstruito que tenía que estar muy callado y que desde la rabia hacía cosas que no me gustaban...“, admitió sobre las tensiones con el resto de sus compañeros. Pero también reconoce que la experiencia le hizo sacar lo mejor de él: "lo mejor fue la capacidad de adaptación. En las situaciones adversas me movía como pez en el agua. No era un rival demasiado fuerte y eso me permitió llegar a la final".

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