FAYNA BETHENCOURT CONFIESA QUE SU PESADILLA AúN NO HA TERMINADO TRAS LA DETENCIóN DE 'EL YOYAS' Y DESVELA LAS SECUELAS QUE SUFRE

Aunque respira aliviada, Fayna no está tranquila. La detención de Carlos Navarro, 'El Yoyas', no ha puesto fin a su pesadilla como parecía. El pasado 26 de junio, el ex concursante de 'Gran Hermano' fue detenido por maltrato a la que fue su pareja después de un año y siete meses en paradero desconocido, un tiempo que se volvió una auténtica tortura para Fayna Bethencourt

Ahora, tras su detención, Fayna confiesa haber entrado en "un shock emocional", así lo desvela en una entrevista para 'Lecturas', donde ha desvelado una de las secuelas que le ha dejado lo ocurrido: "Tengo ansiedad crónica, es una secuela de lo que viví con esta persona, es duro. Ahora se me ha disparado". 

Cuando Carlos fue detenido, Fayna fue una de las primeras personas en recibir la noticia: "Me dio un ataque de pánico, tenía la mandíbula sellada, me quedé como paralizada. No podía ni hablar, aprietas tanto la mandíbula de la misma ansiedad..., hoy me duele la cara. Se me vino todo encima", y es que asegura que, aunque su detención le aporta cierta tranquilidad y celebra que se haya hecho justicia, "no tengo la sensación de que sea el fin de la historia", y es que "con él desgraciadamente nunca lo es".

Unas duras declaraciones que la ex participante de 'Gran Hermano' ha acompañado de una sinceridad absoluta al reconocer lo que cree que se le viene encima: "Sé que igual que tenía la cara dura de hablar cuando estaba escondido, ahora va a escupir veneno contra mí. Va a morir matando. Seguirá yendo a por mí".

Asegura, además, que vivir en Canarias le ha puesto más fácil las cosas: "Si llego a vivir en la península, probablemente estaría mucho peor de lo que estoy... o no estaría".

La detención de Carlos Navarro

Durante una de sus últimas entrevistas en televisión, Fayna se sinceraba sobre su situación con 'El Yoyas': "Estoy aquí para que sepan que se puede salir y andando. Él me amenazaba muchísimas veces y me decía que iba a ir a mi isla, pero con las piernas por delante".

Su historia de sufrimiento comenzó desde el principio de su relación. "Un pisotón para que te calles, me apretaba la rodilla. Lo primero que me hizo fue que me apretó tanto la mano que se me saltaron las lágrimas", recordaba Fayna en Lecturas, "luego, todo lo demás era maltrato psicológico. Yo no lo veía".

Aunque le costó afrontar la situación, hubo un importante motivo de peso para dar el paso: "Recuerdo el día que verbalicé que me había maltratado. Hay mucho que he anulado. Por desgracia, hay cosas que me han recordado hasta mis hijos", explicaba. "El amor por mis hijos fue lo que me hizo romper. No podía permitir que vivieran eso. La primera vez que me dio una paliza delante de los niños fue muy duro, me cogió y pensé que no me iba a soltar". Es día fue el que se rompió todo, aunque no pudo salir de aquella relación hasta cinco años después.

Denunció y esperó, hasta ahora, a que se hiciera justicia. Carlos Navarro había huido de la justicia en noviembre de 2022. Durante todo este tiempo, 'El Yoyas' permaneció escondido en diferentes zonas de la urbanización Les Pinedes de l’Armengol, en el municipio barcelonés de Torre de Claramunt. 

Tras un aluvión de llamadas y mensajes, la escritora lanzaba un comunicado en sus redes sociales con el que lograba abrirse en canal ante sus seguidores. "Gracias a toda la gente que me escribe para darme su cariño. Valoro de corazón cada mensaje de alegría por mí y los míos. Les abrazo muy fuerte a todos. Especialmente a los que siempre han estado apoyándome durante este tiempo en esta lucha. Infinitas gracias". 

Las palabras de Fayna antes de la detención de 'El Yoyas'

Fue a finales del pasado año cuando Fayna se confesó con SEMANA. Una entrevista donde le preguntamos por el modus operandi de Carlos, con el que había conseguido burlarse de la policía durante muchos meses. Aunque tanto ella como las autoridades sabían que no había salido de la península, nadie tenía constancia de en qué lugar se escondía. 

"Evidentemente, él tiene un círculo que lo protege. Tiene una infraestructura que le permite moverse de un sitio a otro, siempre en la misma zona. Él se va desplazando, no muy lejos, pero tiene esa ayuda. Es llamativo, porque torres más altas han caído, pero esta persona sigue desaparecida. En la unidad de búsqueda de fugitivos entran violadores Y otros criminales peligrosos, pero no entran los condenados por violencia de género. Como si no fueran lo suficientemente peligrosos para que se le busquen de forma activa. Pero un maltratador es un asesino en potencia. Ahí están las cifras de mujeres asesinadas", aseguraba. Unas palabras que cobran, ahora, más sentido que nunca.

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