ROSSY DE PALMA, SIN FILTROS: UNA COMIDA SECRETA CON LA ACTRIZ QUE NUNCA PUEDE DEJAR DE SER ICóNICA

No todos los días llega a la redacción de Esquire una invitación tan peculiar: “Rossy es atrevida, natural, con una personalidad arrolladora. Es única. Comparte absolutamente todos los territorios de la marca Citröen. Por eso mismo, hemos querido diseñar un evento divertido y especial: Rossy sin Filtros”. Y a continuación, día y hora y una nota que aseguraba que la dirección nos la facilitarían el mismo día por la mañana (la convocatoria era a las 13:00). Y efectivamente esa mañana llegó a mi móvil una ubicación, de lo que parecía una casa particular, en una urbanización de postín madrileña. “¿Vamos a comer en casa de Rossy?”, pregunté… “No, es la casa de una amiga suya en la que ha estado hasta Madonna”, nos comentan desde la organización.

Así que a la hora estipulada puse “la dirección secreta” en Google Maps que me llevó, como imaginaba, ante un chalet que calculé habría sido construido en los años 70. Las construcciones de esa época tienen un porche y una disposición de las ventanas y el solado, muy particulares. Un Citroën Ami, el coche eléctrico más pequeño del fabricante francés [en realidad es un cuadriciclo que no puede superar los 45 km/h y que puede ser conducido con carné de moto] estaba en la puerta del garaje para recibirnos y de paso indicar que era allí sin duda. Crucé el salón, en el que había fotos de la que supuse era la dueña de la casa con el mismísimo Andy Warhol, y seguí el sonido de una animada conversación que parecía venir del jardín. Fuera, Rossy y el resto de mis compañeros nos esperaba en un amplio jardín en el que, al fondo, se veía dispuesta una mesa de lo más veraniega para unos diez comensales.

Sólo seis periodistas, además de un par de personas de Citröen, la propia Rossy y su representante, estábamos invitados a aquella cita tan especial. Después de un aperitivo y una conversación aún más frugal, nos sentamos a la mesa para degustar dos paellas con una pinta espectacular y mejor sabor (obra de @arrozitosymas), que nos puso en mood chiringuito y la conversación se animó.

En la invitación se presentaba a la actriz, que acaba de ser galardonada como Mejor Embajadora en los Premios de la Moda Española 2024, como disruptiva y osada. Características que comparte con el fabricante francés, por los que ha sido seleccionada como su embajadora. Y en las distancias cortas desde luego no defrauda: “Mis personajes no madrugan y, si se hace muy tarde en un rodaje, se van a casa. Yo puedo estar allí, pero el personaje no. De hecho a mi representante en Francia le digo que incluya en los contratos que no empiezo a trabajar antes de una hora determinada. Si el guión no lo requiere, ¿por qué hay que empezar a esas horas?”, dice Rossy. Esta excentricidad no es nada en relación a las que ha vivido a su alrededor, por ejemplo con la gran Catherine Deneuve, a la que asegura que temen allá por donde va por sus exigencias. “Pero si eres la Deneuve puedes hacer lo que te dé la gana”, termina.

Entonces nos recomienda la biografía de otra grande: “Tenéis que leer la biografía de Marlen Dietrich escrita por su hija María Riva, que es una maravilla. A mí me ofrecieron participar en una película basada en este libro en el que iba a hacer de una de sus amantes, Mercedes de Acosta [neoyorkina de ascendencia española y padre cubano], pero al final no se hizo”, dice con pena. También, hablando de su relación con el mundo de la moda, nos recomienda ver el documental que hay en Filmin sobre Galliano, High and Low: “En 2006 me llamó y me dijo que me había hecho un desfile inspirado en mí. En el backtage, las modelos tenían fotos mías para inspirarse y cuando pasaban por delante de mí, en el desfile, me guiñaban el ojo como gesto de complicidad, fue increíble. Y el documental es maravillo, muy interesante. En él cuenta, por ejemplo, cómo se dio cuenta al llegar al Central Saint Martins que había gente como él, por ejemplo”, cuenta.

También nos confiesa que está trabajando en un proyecto “secreto” con su otro gran amigo de la moda francesa, Jean Paul Gaultier: “Tenemos un proyecto entre manos del que todavía no puedo hablar, pero os va a encantar”, asegura.

Y es que Rossy ha vivido tantos momentos históricos… Recuerda que estuvo, por ejemplo, en la película de Robert Altman Prêt à Porter (1994), que este año cumple 30 años. “Tengo un montón de recuerdos y de material inédito de aquella película, en la que estuvieron Sophia Loren, Marcello Mastronianni, Kim Basinger o Lauren Bacall…” Así que nos prestamos voluntarios a publicarlo, cuando ella quiera.

Para terminar este encuentro, hablamos de su relación con la marca francesa, Citrôen. El último en llegar al portfolio de la marca es el nuevo C3, del que se dice que también tiene “un espíritu disruptivo”. Ya que se trata del primer urbano “cero emisiones” [con más de 300 km de autonomía] por debajo de la barrera psicológica de los 25.000 euros. Otra muestra del carácter rebelde de esta marca que, sin duda, comparte con Rossy.

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