CHARLOTTE CASIRAGHI: "NO TUVE UNA EDUCACIóN PRIVILEGIADA"
Charlotte Casiraghi, nieta de Grace Kelly y sobrina del príncipe Alberto de Mónaco, cuenta con un patrimonio de 30 millones de dólares, pero ha tratado de distanciarse de la imagen de una vida privilegiada. En una entrevista con The Telegraph, en el marco de su labor como embajadora de Chanel y organizadora de un evento literario, explicó que creció asistiendo a escuelas "de diversidad social" en Saint-Rémy-de-Provence.
"Nunca fui a escuelas privadas, siempre estuve en escuelas con diversidad social. No tuve una educación privilegiada", comentó. Casiraghi, madre de dos hijos, recientemente anunció su divorcio del productor de cine Dimitri Rassam. Admitió que fue complicado lidiar con sus orígenes en su juventud, especialmente tras la muerte de su padre, Stefano Casiraghi, en un accidente en 1990, que llevó a su familia a mudarse a Francia.
A lo largo de su vida, Charlotte buscó un equilibrio entre sus raíces reales y su deseo de independencia. Realizó prácticas en The Independent para tener experiencias fuera de su círculo. "Quería ser normal, enfrentar la realidad donde no tienes privilegios ni ayudas, y estás solo", explicó. A pesar de participar en eventos oficiales junto a su familia, prefiere la libertad sobre las obligaciones reales. "El estatus oficial genera mucha presión, la gente espera mucho de ti. Yo prefiero ser libre", añadió.
Amiga de personalidades como Naomi Campbell y cercana al fallecido Karl Lagerfeld, Charlotte mantuvo un perfil discreto respecto a su vida privada. Ahora, de regreso en Mónaco, organiza seminarios de salud y eventos culturales. También se destacó por invitar a personas con ideas contrarias a las suyas para fomentar el diálogo y la confrontación de perspectivas.
Charlotte Casiraghi sobre la maternidad y la familia
En la entrevista, también abordó su rol dentro de la familia real monegasca, reconociendo el peso que conlleva ese estatus. A pesar de ser parte de una de las familias más icónicas de Europa, reveló su esfuerzo constante por desvincularse de las exigencias de la realeza.
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“Prefiero ser libre, pero sé que a veces debo sacrificar esa libertad por mi familia”, comentó, aludiendo a la presión pública que implica su posición.
Otro tema central fue la maternidad. La hija de Carolina de Mónaco es madre de Balthazar, fruto de su relación con Dimitri, y de Raphaël, su hijo de diez años con el actor Gad Elmaleh. Reflexionó sobre los retos que enfrentan las madres trabajadoras y cómo a menudo se sienten desgarradas entre sus responsabilidades familiares y su necesidad de espacio personal. “Las mujeres a menudo deben luchar para encontrar su propio espacio y creatividad después de tener hijos”, expresó, y añadió que, antes de ser madre, no imaginaba lo desafiante que sería encontrar ese equilibrio.
JCCL / Gi
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