DíA 274: LA GRIETA INCURABLE

“Tal vez, la grieta existe porque es la mejor manera de acceder al poder. Un país que, como venimos diciendo, tiene problemas económicos estructurales, es un país que explota cíclicamente. Si se logra responsabilizar de todos los males a quien está ejerciendo el Gobierno, la oposición tiene la batalla ganada de antemano. Por otro lado, si el oficialismo de turno logra explicar que todos los problemas son producto de las políticas del Gobierno anterior, logrará perpetuarse en el poder”, analizó Jorge Fontevecchia en el editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) del lunes 9 de septiembre de 2024. 

A pesar de sufrir algunos cambios en sus actores principales, la grieta social y política está más vigente que nunca en el presente nacional.

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó un texto en su cuenta de Twitter titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido”, parafraseando el slogan utilizado por Bill Clinton en 1992 contra George. H. W. Bush durante la campaña presidencial. 

El texto empieza con una cita del también ex presidente estadounidense John Adams: “Hay dos formas de esclavizar un país, una es a través de la espada, la otra es a través de la deuda”. John Adams fue presidente de los Estados Unidos entre 1797 y 1801. 

Probablemente la elección de dos citas estadounidenses para empezar el texto tengan que ver con alejarse de cierto tono chavista o latinoamericanista de izquierda, algo que Cristina viene intentando hace tiempo con declaraciones referidas a que el “capitalismo es el sistema más eficaz” o cuando recordaba que con Néstor Kirchner se iba de vacaciones a Disney y no a Vietnam o a Cuba. 

El centro del texto retoma una idea que la expresidenta viene desarrollando: la base del problema económico del país no es la inflación, la emisión monetaria y el déficit fiscal, como plantea el presidente Javier Milei, sino que es la economía bimonetaria y la deuda externa

Luego de este posteo, que tiene un conjunto de ideas a discutir, lo que siguió fue un intercambio tragicómico, que sería más gracioso si no estuviese discutiendo con el telón de fondo de un desastre económico con el que sufren los sectores más vulnerables. 

El presidente y la expresidenta intercambiaron mensajes tan graciosos como de bajo vuelo intelectual. Lo que es llamativo porque ambos han polemizado citando autores y explicando ideas complejas que son realmente importantes. Sin embargo, en esta oportunidad, decidieron dar rienda suelta a una suerte de intercambio de tuits que hacen recordar a las discusiones entre chicos, sobre quién sabe más. Una suerte de infantilización de los principales dirigentes políticos del país.

El cruce entre Cristina y Milei tuvo como base de la discusión a la economía, donde el Presidente acusó a la ex vicepresidenta de no entender mucho sobre el tema. Mientras que Cristina Kirchner lo invitó a enseñarle sobre gobernabilidad. 

Luego de la última respuesta, evidentemente Cristina Kirchner bloqueó a Javier Milei. En su lugar, le respondió Manuel Adorni.

La falacia de la pista falsa se produce cuando se introduce un elemento nuevo en una discusión para no afrontar el contenido real de lo que se está debatiendo Esto lo hacen todos los días, todos los entrevistados, cuando los periodistas les preguntamos algo y nos responden otra cosa. La discusión, si pudiéramos nombrarla como tal, refería de alguna manera en quién sabe más de economía. De esta manera, Milei acusa a Cristina de la falacia de la pista falsa, porque en vez de seguir discutiendo sobre quién sabe más de economía, le recordó que debería estar gobernando en vez de estar contestando por redes sociales. 

Nosotros podríamos decirle a los dos que ambos generaron una gran pista falsa, porque en el intercambio de tuits que siguió al texto  nunca se discutió las tesis del documento que posteó Cristina: ¿el problema económico del país es la economía bimonetaria y la deuda o la inflación, la emisión y el déficit fiscal? Podríamos decir que, obviamente, el problema son los dos.

Luego, el presidente Javier Milei dio una charla en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y ofreció algunas pistas de respuestas con un grado de mayor nivel argumentativo. 

El pasado 7 de septiembre, la Oficina del Presidente compartió un fragmento de Javier Milei donde el Presidente apuntó contra Cristina Kirchner y señaló que la expresidenta “destruyó el país”: "En el documento que publicó la señora Cristina Fernández de Kirchner se olvidó de decir que una de sus formas de combatir la inflación era mentirla”

En la política de hoy, Milei gobierna, pero el ego es quien manda 

Otra de las claves del análisis es el intercambio mismo. La grieta entre kirchneristas y antikircheristas, que se desató luego de la pelea con el campo del 2008, sigue dominando la política local a pesar de que en este momento, el centro no lo esté ocupando Cristina Kirchner. Este ir y venir de posteos entre los máximos referentes de cada lado de la grieta da cuenta del empobrecimiento de ideas que genera. 

Vamos a rastrear algo del desarrollo de esta grieta en el pasado y sus efectos en el empobrecimiento del análisis de lo que nos sucede como sociedad y luego intentaremos aportar alguna reflexión en relación a la discusión sobre el núcleo del problema económico de nuestro país. 

Un ejemplo de producto cultural que generó la grieta, en este caso no entre Cristina y Milei, sino entre Macri y Cristina es el videojuego de 2019 donde Macri y Cristina “pelean” entre ellos. En la campaña de 2019, se hizo presente una especie de “videojuego” donde Mauricio Macri y Cristina Kirchner peleaban entre ellos con los puños, los pies y una especie de lucha libre. 

Por su parte, el 30 de septiembre de 2021, en la presentación de su libro en Miami, el ex presidente Mauricio Macri hizo una especie de análisis psicológico sobre Cristina Kirchner, donde sostuvo que la dirigente tiene “falta de capacidad de conciliarse con la vida” porque, según Macri, “está siempre enojada”: “Está en un estado en el cual se cree los relatos que construye. Cristina vive en una realidad paralela”. Sería interesante conocer la misma opinión psicológica del actual presidente que tiene Mauricio Macri, qué diría de la realidad paralela, la bronca y el rencor interno del actual presidente. 

Macri se impacienta: sin mesa de gobernadores y pocos avances 

Luego de un intercambio, en el que Macri acusó de ineficiente al gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner por la lentitud del avance del gasoducto, llamado Néstor Kirchner, Cristina respondió que a Macri su mamá lo castigaba por mentir. 

Para desenredar un ovillo se debe empezar por algún hilo. Si tomáramos el cúmulo de problemas del país, tanto sociales como de enfrentamiento político y económico, podríamos pensar que uno de la base misma de nuestros problemas proviene de que estamos insertos en el mundo de una manera muy débil, prácticamente como exportadores de materias primas. Esto no significa que no exportamos nada de productos con valor agregado. Significa que la competitividad de la industria y la competitividad del campo son muy desiguales. 

Mientras que el campo está solventando en uno de los mejores suelos del mundo y en un una alta tecnificación, la industria requiere todo tipo de apoyos económicos y subsidios para poder mantenerse a flote, mientras compite con empresas de otros países que tienen más desarrollo tecnológico y por lo tanto, consiguen producir a menores costos. El problema de esta desigualdad es que el campo sólo ocupa aproximadamente el 5% de los trabajadores y el resto es repartido entre las empresas de producción y servicios. 

La industrialización del país. Si es con capitales extranjeros, con inversión estatal, con una combinación entre ambos, si se logra con negocios ligados a los recursos naturales; o con las llamadas economía de plataformas, es un debate que requiere mucha profundidad y políticas de largo plazo. 

Encuesta: casi 50% desaprueba la gestión de Milei, pero mantiene 48,1% de apoyo 

La realidad es que muchas veces, en off, dirigentes de diferentes lados de la grieta entienden que el otro algo de razón tiene en tal o cual punto. Pero la confrontación política, no les permite decir esto en público y los acuerdos nunca se terminan de realizar. Es cierto que el déficit fiscal genera emisión monetaria, que termina generando inflación y es cierto que el problema de la Argentina no se soluciona eliminando la inflación y el déficit fiscal porque tenemos un problema de economía bimonetaria por todos los desastres que hemos cometido en el pasado, y de endeudamiento como consecuencia de ese déficit fiscal, si hubiera 0 de déficit fiscal no necesitaríamos endeudarnos más, pero nos queda la deuda del pasado 

Tratando de aportar un enfoque distinto al análisis, podríamos decir que el problema no es ni la economía bimonetaria ni la deuda externa, ni la inflación, ni el déficit, ni el gasto fiscal. Estos son todos síntomas de una causa mucho más elemental. Se tiene menos dinero del que se gasta, porque la mayoría de las áreas de la economía de las que vive el país son poco competitivas. Aumentar la competitividad es algo que tenemos que desarrollar entre todos.

Por eso, vivimos un capitalismo de subsidio, que tampoco está apuntado a desarrollar estas industrias si no que buscan mantener los números de empleo y evitar estallidos sociales.  

Los políticos nos ghostean 

La economía bimonetaria también se basa en esta realidad. La falta de industrialización hace que los insumos deban comprarse en dólares y que su escasez repercuta en el precio de los productos. Sin dólares no se puede producir.

En este sentido, una economía subsidiada y poco industrializada siempre va a tener problemas de déficit fiscal, porque justamente se basa en el gasto público, siempre va a tener problemas con el bimonetarismo y el tipo de cambio y siempre tendrá problemas de inflación, porque probablemente se requiera emisión para solventar el gasto público o para conseguir los dólares necesarios con los que seguir haciendo funcionar el país, pero va a terminar teniendo deuda en dólares. 

Advierten que el fuerte freno del sector industrial pyme complica el pago de salarios 

¿Cómo resolver un problema tan estructural, tan histórico y complejo? Con encuentros, discusión y acuerdos de política de largo plazo. Con debates sinceros y francos. ¿Se necesita una reforma laboral? ¿En qué sentido y de qué manera? ¿Qué empresas estatales deben privatizarse y cuáles no? ¿Se puede echar empleados públicos sin antes dinamizar la economía? ¿Qué tamaño debe tener el Estado? Son todas preguntas apasionantes y dilemas complejos. Lamentablemente con este nivel de debate es difícil responderlas, o plantear una discusión seria para encontrar un punto de acuerdo entre cada una de las posiciones

El cruce de dirigentes de un lado hacia el otro de la grieta hace que nos preguntemos cuánta distancia real hay entre los políticos. Hay muchos ejemplos, podríamos hablar del autor de la 125, Martín Lousteau, que luego pasó a ser un opositor al kirchnerismo y ahora volvió a ser un aliado táctico; o Daniel Scioli, que pasó de ser candidato del kirchnerismo a funcionario de Javier Milei. Estos y otros dirigentes que pasan de un bando hacia el otro nos demuestran que hay más vasos comunicantes en ambos lados de la grieta de los que se gustaría admitir. 

Entonces, es lícito preguntarse por qué la grieta existe. Tal vez, la grieta existe porque es la mejor manera de acceder al poder. Un país que, como venimos diciendo, tiene problemas económicos estructurales, es un país que explota cíclicamente. Si se logra responsabilizar de todos los males a quien está ejerciendo el Gobierno, la oposición tiene la batalla ganada de antemano. Por otro lado, si el oficialismo de turno logra explicar que todos los problemas son producto de las políticas del Gobierno anterior, logrará perpetuarse en el poder. 

Cristina Kirchner criticó la gestión económica de Javier Milei y al peronismo 

Lenin, dirigente de la Revolución Rusa, tiene una célebre frase: “fuera del poder todo es ilusión”. Probablemente, pedirle a un político que piense en el país antes que en su llegada al poder sea un ejercicio de ingenuidad. Sin embargo, acceder una y otra vez al poder, para perpetuar una estructura que no resuelve los problemas de los argentinos y los agrava permanentemente, parece ser un ejercicio vacuo. 

Entre la vacuidad del poder y la ingenuidad de quienes pedimos acuerdos de largo plazo, tal vez se puedan encontrar los equilibrios necesarios que terminen con la grieta o al menos la suspendan en algunos puntos de acuerdos claves. 

Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.

VFT

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