JAVIER MARIESCHI A JUICIO POR ESTAFAS: ASí DEFRAUDó A UN AMIGO DE LA VIDA

El fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, elevó la semana pasada a juicio a ocho integrantes de la banda dedicada a estafar con venta de casas y departamentos ‘en pozo’ que se sobreofertaron y nunca se construyeron. La acusación alcanza a Enrique Modesto Marabián, como autor penalmente responsable del delito de asociación ilícita y coautor de los delitos de estafas reiteradas.

Si bien la asociación ilícita ya se juzgó en juicio abreviado, Marabián no figuró en esa parte del expediente desglosado, a pesar de ser considerado autor del delito y de haber operado como jefe a la par de Marieschi. Con el correr de la investigación Gavier detectó que había actuado como socio y aportante de dinero y hábilmente no aparecía en los contratos y fideicomisos.

También son elevados a juicio el escribano Adrián Benelbas; Marcelo Javier Marieschi; la arquitecta Constanza Daniela Peláez (exesposa de Marieschi); Jorge Eduardo Benelbas; el martillero Fernando José Civalero; Luis Agustín Damia, y la empleada judicial Laura Elena Centeno, esposa de Marabián.

Están acusados, en este caso, por tres hechos de estafas y Centeno junto a su esposo por estafa procesal en grado de tentativa.

Como ya se sabe, la causa trata de ventas de unidades habitacionales en pozo de ocho proyectos para levantar casas y departamentos en Nueva Córdoba y la zona noroeste de la ciudad.

Marieschi se presentaba como el empresario desarrollista, fiduciario o administrador de las sociedades civiles y del fideicomiso, una vidriera que inducía a las víctimas a sumarse para invertir en propiedades que nunca se construyeron.

El fideicomiso Manantial de Torres, que es el eje central del expediente que se elevó a juicio el jueves pasado, se había constituido el 7 de abril del 2016.

Una de las estafas más perversas según lo que determinó la investigación fue contra un matrimonio que ya había comprado a Marieschi una casa en 2012. FB –muy amigo de Marieschi– y su esposa vivían en Molino de Torres 6413. Los convenció de invertir en el futuro nuevo Housing Manantial de Torres donde se iban a construir 31 viviendas familiares y cuatro locales comerciales. Los sedujo para comprar dos viviendas en el complejo. Hubo varias reuniones para captar el interés y convencerlos de hacer la operación. Y ahí se produjo uno de los perjuicios más gravosos para el matrimonio.

El acuerdo que les propuso y concretó fue que el pago de las dos viviendas del futuro housing lo hicieran cediendo la casa donde vivían, más la entrega de $600.000 en efectivo y de un auto. Como la casa familiar la habían ‘vendido’, para permanecer en ella les ofreció un contrato de alquiler. De modo que FB y su familia permanecieron en la vivienda, pero pagando una renta hasta que estuvieran terminados los dos inmuebles adquiridos en pozo.

Una parte de la operación se concretó el 28 de abril del 2016. El matrimonio se reunió con Marieschi quien les presentó a Enrique Marabián, como su amigo, socio y futuro comprador de su casa en Molino de Torres 6413. Fueron al registro notarial, suscribieron la escritura de compraventa labrada por el escribano Adrián Benelbas y así terminaron vendiendo su casa a la esposa de Marabián, Laura Elena Centeno. En ese mismo acto, el matrimonio firmó el contrato de locación por 24 meses. Se suponía que en ese lapso estarían listas para habitar las dos casas que compraron en pozo.

El 2 de agosto del mismo año se concretó la segunda parte: FB concurrió al mismo registro y allí firmó la compra de los dos inmuebles a Javier Marieschi, que figuraba como administrador de la sociedad civil Housing Manantial de Torres 1.

Jamás se construyeron las viviendas y la historia casi termina en el despojo absoluto cuando Laura Centeno acudió a la Justicia Civil para pedir el desalojo del matrimonio. No se llegó a consumar porque el fiscal Gavier pidió el expediente al conocer el fin de la maniobra.

Todo esto fue posible gracias a la amistad de años que había unido a Javier Marieschi con FB.

Las otras dos estafas elevadas a juicio consisten también en las ventas de inmuebles en el mismo housing a dos personas diferentes, cada una de las cuales pagó una suma aproximada de US$ 200.000 entre el precio de las casas, gastos y honorarios. Ambos contratos se suscribieron en diciembre del 2017.

EL SOCIO OCULTO

Según la acusación, el aporte material de Marabián posibilitó a la organización exhibir supuestos avances en las obras para así continuar ofreciendo unidades y concretar operaciones fraudulentas a los adquirentes, acallando los reclamos de los damnificados.

Desde el comienzo de su participación en la organización permaneció formalmente oculto. No firmó documentos que pudieran involucrarlo y no figuró en los instrumentos que documentaban las operaciones en las que efectivamente tuvo intervención. Luego, la prueba reunida en la causa terminó desacreditando esa posición.

Las declaraciones de las víctimas y los audios de WhatsApp al resto de imputados, mostraron el nivel de compromiso que tenía al punto de preparar la documentación que suscribirían con el escribano Benelbas en numerosas transacciones fraudulentas.

LA PARTE YA JUZGADA

El 9 de agosto del año pasado la Cámara 3a del Crimen condenó en juicio abreviado a Marcelo Javier Marieschi, Adrián Benelbas, Jorge Eduardo Benelbas, Fernando José Civalero, Diego Martín Díaz, Constanza Daniela Pelaez y Telésforo Claudio Ubios por asociación ilícita. Marieschi recibió una sentencia de cinco años de prisión efectiva. De hecho, continúa detenido. El resto fue condenado a penas de tres años de ejecución condicional.

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