RIGOLETTO, LA TRAVIATA, NABUCCO Y TURANDOT: LA RELACIóN DE JAVIER MILEI CON LA óPERA

Semanas atrás se supo que, en la intimidad de la quinta de Olivos, Javier Milei es afecto a la ópera. El economista Juan Carlos de Pablo es uno de los habitués de la Quinta de Olivos y parece que juntos despuntan el gusto melómano. Ante una consulta en X (ex Twitter) por la presencia de periodistas en la residencia presidencial hasta altas horas de la noche los fines de semana (la entrada y la salida se consignó por parte de las autoridades, con nombre y apellido), Milei dijo que eran un club de melómanos con los que ve óperas y después cenan. 

La vendetta será terrible

Apenas se impuso en el balotaje, en noviembre pasado, Milei concedió una entrevista en la que aseguró que, atareado como estaba por su nueva responsabilidad, no se detenía a pensar en sus detractores. “Con todas las cosas que tengo que estar resolviendo en este momento estoy trabajando de 7 a 24, yo no puedo perder un minuto en tomar una venganza, sería un idiota. No sé si te gusta la ópera, hay una ópera maravillosa, una ópera de Verdi que se llama Rigoletto, no sé si la conoces”, le dijo a su interlocutor.

El primer economista en llegar a la presidencia argentina resumió así el argumento: “Es la historia de un duque, el muchacho era…le gustaba estar con muchas señoritas, era un muchacho de corazón grande, entonces las tomaba y las descartaba, esa es la historia del Duque de Mantua, y Rigoletto era su bufón, y básicamente conocía cómo era el duque de Mantua, por la muerte de la madre de su hija, Gilda, se va a vivir con él. Obviamente quería que estuviera lejos del duque, y en ese contexto Gilda iba a la iglesia y lo conoce al Duque, que no dejaba títere con cabeza, y los sátrapas que estaban con Rigoletto, el bufón, le hicieron una emboscada a Gilda y termina teniendo relaciones con el Duque, entonces cuando ve esa situación, Rigoletto jura venganza…”

Reordenemos: Rigoletto se estrenó en 1851 y Verdi y su libretista, Francesco Maria Piave, se basaron en una obra de Víctor Hugo, El rey se divierte, censura al día siguiente de su estreno en París, en 1832. Los protagonistas son el rey Francisco I y su bufón Triboulet. Para evitar problemas, Piave cambiós los nombres y el escenario, y trasladó a la acción a Mantua, donde se desarrolla el drama del duque de Mantua y el bufón Rigoletto.

El libidinoso Duque de Mantua galantea a una joven a la que se le presenta con un nombre falso. Ignora que es la hija de Rigoletto, una joven Gilda a la que los cortesanos creen la amante del bufón. Estos distraen a Rigoletto (ya hastiado por los procederes de su patrón) y raptan a Gilda.

El Duque se muestra preocupado en palacio por la desaparición de Gilda y los nobles le ofrecen a la supuesta amante del bufón. Sale en su busca cuando llega un Rigoletto angustiado que reclama por Gilda. En medio de la pelea, entra Gilda. Tras el reencuentro, Rigoletto promete vengarse del Duque

El último acto es en la cabaña de Sparafucile, un asesino a sueldo. Su hermana Magdalena seduce a las víctimas y él las mata. Rigoletto lo contrata y lleva a Gilda para que vea quién es el Duque. Este llega y canta loas al machismo al tiempo que denigra a la mujer en el aria más famosa de toda la historia de la ópera: "La donna è mobile".

Llega el Duque, en medio de una tormenta. Rigoletto ordena a Gilda que se vaya. Una conmovida Magdalena se niega a que su hermano mate al Duque, que se ha quedado dormido. Entonces Sparafucile decide matar a la primera persona que pase y, como estaba convenido, darle a Rigoletto el cuerpo dentro de un saco. Quien llega es Gilda, disfrazada de hombre, que es apuñalada. El bufón recibe el saco y antes de abrirlo escucha la voz del Duque a la distancia. Abre el saco y se encuentra a su hija agonizante, que muere en sus brazos. 

Milei opta por no juzgar el rol revanchista de Rigoletto, al que la venganza le sale mal. "En el fondo, la venganza no es buena consejera", reflexionó el ahora mandatario. 

De La Traviata a Nabucco

Disfrazado como Capitán Ancap, Milei tomó una vez el micrófono para cantar contra el gasto público y lo hizo con la melodía del brindis del primer acto de La Traviata

Otra ópera de Verdi que se cuenta entre las favoritas del Presidente es Nabucco. Estrenada en 1842, fue la cuarta ópera del compositor y su primer gran éxito. La obra relata el cautiverio de los judíos a manos de los babilonios. Dos pasajes corales de Nabucco sonaron en el Teatro Colón el día de la asunción de Milei: el coro que abre Nabucco, "Gli arredi festivi giù cadano infranti”, en el que los judíos lamentan su situación; y el célebre coro "Va, pensiero".

Milei recordó que la obra se extrapoló, al momento de su estreno, con la situación que vivía Italia, dividida en varios reinos, todos bajo a dominación austríaca y que se popularizó la consigna "¡Viva Verdi!". El hoy presidente contó mal la anécdota según la cual se ordenó arrestar al compositor y no se pudo hacerlo porque estaba dirigiendo Nabucco. En realidad, el apellido Verdi funcionaba como acróstico en ese grito: quería decir "¡Viva Victorio Emanuel, rey de Italia!". Hay cerca de 80 grabaciones de Nabucco. Milei asegura tener 28 versiones. Lo que se dice un fanático. 

"Yo soy como un personaje de Puccini"

Giacomo Puccini es otro compositor favorito de Milei. En plena campaña para el balotaje, concurrió al Teatro Colón para ver Madama Butterfly, en una función en la que hubo aplausos ante su anunciada llegada, pero también silbidos.

En la entrevista en la que narró el argumento de Rigoletto, Milei se refirió a Turandot, la última ópera de Puccini. Concretamente, a la famosa aria "Nessun dorma" y su final, cuando el tenor canta "All'alba, vincerò!" ("¡Al alba venceré!"). Lo cual para Milei es análogo a la Argentina. "Cuando pasemos la tormenta, los argentinos nos habremos puesto de pie, podremos cantar "vincerò" igual que Calaf e iniciar nuestro camino para volver a ser una potencia mundial"

Cuando contó la historia de Nabucco, Milei dijo que "yo soy como un personaje de Puccini", ya que los varones de sus óperas "son súper apasionados" y puso el caso de Tosca, la puja entre el pintor Mario Cavaradossi y el jefe de policía, el Barón Scarpia por el amor de la cantante Floria Tosca. Los describió como "dos tipos muy apasionados" y recordó que, en el argumento, "Tosca se juega la vida con Scarpia para salvar a Cavaradossi".

Conviene distinguir el apasionamiento de Cavaradossi del de Scarpia. La ópera transcurre en Roma mientras se esperan noticias de la batalla de Marengo, en 1800. Las tropas de Napoleón están por entrar a la ciudad y Scarpia busca a un simpatizante de Bonaparte, que escapó de una iglesia y se escondió en una iglesia. El prófugo encuentra allí al pintor Cavaradossi, compañero de ideas, que lo ayuda a escapar, lo cual despierta los celos de Tosca (Mario no le revela lo que pasa y ella piensa que hay una mujer de por medio). Esa situación es explotada por Scarpia, que ama en secreto a Tosca y la manipula.

El segundo acto de incluye una escena de tortura, en la que los esbirros de Scarpia atormentan a Mario e una habitación contigua mientras el jefe policial presiona a Tosca. Decidido a hacer fusilar al pintor, Scarpia promete fraguar la ejecución a cambio de que Tosca se le entregue. Ella dice que acepa y tras hacerse de un salvoconducto, apuñala a Scarpia. Al final, el fusilamiento no es fraguado y, tras la muerte de Cavaradossi y el descubrimiento del cuerpo del Barón, ella se arroja al vacío.

En Almirante Cero, su biografía de Emilio Massera, Claudio Uriarte afirmó que había similitudes entre el personaje de Puccini y el genocida. El "apasionamiento" del Barón quizás sea sea tema de conversación de las tertulias musicales en Olivos

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