SARAH FERGUSON, DUQUESA DE YORK, RECUERDA A LADY DI EL DíA QUE HUBIERA CUMPLIDO 63 AñOS

A pesar de su divorcio del príncipe Andrés, Sarah Ferguson sigue estando muy presente en las reuniones de los Windsor, al igual que ella mantiene gran cariño por los miembros del clan. Una prueba ha sido la forma en que la duquesa de York ha recordado a la que fuera su cuñada, Lady Di, en el día que hubiera cumplido 63 años.

Además de convertirse en princesas por sus respectivos matrimonios con dos de los hijos de la reina Isabel II, Diana y Sarah forjaron una gran amistad y se hicieron íntimas a base de actos oficiales, vacaciones públicas y citas privadas.

Y el afecto que sentía por la entonces Princesa de Gales ha seguido intacto desde aquel fatídico accidente que le costó la vida, hace ya 27 años, en París, tal y como ha demostrado con su última publicación en Instagram.

"Feliz cumpleaños a mi querida amiga, Diana. Eras un pilar de luz y amor. Y qué legado has dejado atrás. Siempre recordaré nuestras risas y el espíritu gemelo y amable que encontré en ti. Estoy seguro de que siempre nos cuidas. Descansa en paz amiga", escribe junto a una imagen de ambas en el balcón del palacio de Buckingham, mientras presenciaban el 'Trooping the Colour', ese desfile militar con el que se celebra de forma oficial el cumpleaños del monarca y en el que recientemente reaparecía Kate Middleton tras seis meses alejada de los actos públicos.

Su relación comenzó antes incluso de que se convirtieran en princesas, pero se afianzó cuando, primero Diana en 1981 y tres años más tarde Sarah, ya eran miembros de la Casa Real tras sus respectivos enlaces con Carlos y Andrés.

Sarah Ferguson y el príncipe Andrés el día de su boda. (Gtres)

De hecho, fue la propia Diana quien se convirtió en una especie de 'Celestina' e hizo que la reina Isabel invitara a su amiga a uno de esos eventos que se organizaban en Windsor coincidiendo con la semana de Ascot. En una de las cenas, Sarah se sentó junto al príncipe Andrés y el resultado de aquel encuentro se celebró en 1986, con una imponente y millonaria boda.

Aquello las unión aún más, con una Diana volcada en el nuevo miembro de los Windsor, lo que la propia Sarah Ferguson reflejó en la autobiografía que publicó en 1996: "Miré a mi amiga con desconcierto. 'Sigue sonriendo', susurró Diana. Y lo hice, como lo haría durante muchos años. Siempre me sentí segura al imitar a Diana", contaba cobre un acto oficial, para el que incluso la fallecida princesa de Gales le prestó un vestido.

Sarah Ferguson y Diana de Gales, compartiendo vacaciones en la nieve. (Gtres)

El resto de sus matrimonios fueron casi en paralelo, separándose en 1992 y firmando sus respectivos divorcios en 1996, con sendos acuerdos que manejó la misma abogada, Fiona Shackleton, quien volvía de nuevo a los titulares mundiales al defender a Haya de Jordania en su cruzada judicial contra su exmarido y padre de sus hijos, el emir de Dubái.

Pero, incluso después de su separación y algúna tensión resuelta, Sarah y Diana siguieron viéndose en privado y propiciaron que sus hijos tengan a día de hoy un especial vínculo. Ambas fueron un soplo de aire fresco en palacio por su espontáneidad y la distancia que pusieron con las estrictas etiquetas reales. Ahora, 27 años después de la muerte de Lady Di, Sarah Ferguson, duquesa de York, vuelve a dejar claro que su cariño hacia su amiga y cuñada sigue intacto.

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